Si eres un buen jugador de póker, seguro que te has dado cuenta de que en más de una ocasión puedes ganar una partida incluso si tienes una mala mano. Para conseguirlo, es fundamental hacer que el resto de los jugadores se retiren y en consecuencia marcarte un buen farol. Pero conseguirlo no es fácil. Hay que tener en cuenta una serie de claves que harán que el farol sea un éxito. El mayor problema de un jugador es marcarse un farol y ser descubierto. Eso puede provocar pérdidas importantes, sobre todo si lo llevamos al límite.
Para ser un buen jugador de póker, no solo hay que saber jugar bien las cartas, sino que hay que aprender a marcarse faroles cuando realmente son necesarios. Recuerda, ir siempre de farol no es recomendable. Los otros jugadores se darán cuenta de tu estilo de juego y no se lo tragarán. Solo hay que usar esta técnica en momentos puntuales para sorprender al resto de jugadores.
5 claves para marcarse un buen farol en póker
- Valora a tus oponentes: como nos informan desde https://habwin.com/es_ES/habbets, lo importante a la hora de marcarse un farol es valorar a fondo a los rivales. Ellos serán los que realmente vean si realmente vas en serio o no. Para evitar que la jugada nos salga en contra, lo mejor que podemos hacer es jugar un poco y ver si realmente son susceptibles a tragárselo o en cambio no va a colar. En una partida amplia de póker, lo más común es que haya diferentes tipos de jugadores sobre la mesa. Dependiendo a los cuales te enfrentes, valdrá la pena intentarlo o no. Por ejemplo, un jugador muy agresivo seguro que jugará contra ti, por lo que el farol puede que no sea la mejor técnica para llevarte la jugada.
- Valor de la mano: dependiendo del valor de la mano, podemos optar por un farol completo o un semifarol. Este último consiste en tener dudas de si la jugada va a salir como nos interesa y seguir jugando como si nuestras cartas realmente fuesen buenas. En ocasiones, los semifaroles se convierten en una buena jugada cuando se comienzan a descubrir el resto de las cartas. Por ese motivo, hay que valorar las cartas que tenemos en la mano y ver si no tenemos nada que hacer o si con un poco de suerte las cartas que van a estar sobre la mesa nos ayudarán a conseguir una buena partida. Todo son probabilidades y teniéndolas en cuenta deberás ver si realmente te interesa seguir o tirar las cartas esperando una oportunidad mejor.
- Tu posición: es realmente importante ver la posición que tenemos respecto al resto de jugadores. Dependiendo de la misma, podrás ver la reacción de otros jugadores antes de tomar una decisión y en consecuencia valorar si realmente quieres ir o no de farol. Si notas que los jugadores tienen una posición débil, puedes arriesgarte. Pero si notas que los jugadores tienen una posición agresiva, lo mejor será dejarlo para otra ocasión. Sin olvidar que, si eres el primero en apostar, perderás el factor de ver la reacción de los otros jugadores, es decir, te la jugarías un poco a ciegas.
- Tamaño de la apuesta: saber apostar lo justo es fundamental. Siempre hay que subir la apuesta lo justo para invitar a que los rivales se retiren. No hace falta subir de manera desproporcionada, sino que una apuesta con la cantidad justa será más que suficiente. Además, si la apuesta es desproporcionada y el rival nos sigue, entonces podremos perder todo por una mala decisión. No sabemos cómo van a reaccionar el resto de los jugadores, de aquí que siempre hay que tomar las decisiones con los pies de plomo.
- Neutralidad: en el póker tenemos que mostrar neutralidad para evitar que los rivales puedan saber que jugada tenemos. Lo mismo pasa con los faroles, tenemos que tener el mismo gesto para que el resto de los jugadores se lo puedan creer y en consecuencia triunfar con nuestro movimiento.
Cómo detectar un farol en póker
Igual de importante es saber cómo hacer un farol que detectarlo. En ocasiones el cuerpo de la otra persona puede decirnos de manera indirecta que se está haciendo un farol. Por ese motivo, es fundamental estudiar a cada uno de los jugadores y ver sus reacciones en los diferentes supuestos. Por ejemplo, cuando una persona se marca un farol, tiene miedo y en consecuencia suele optar por posturas tensas o demasiado relajadas si ha entrenado la jugada. El problema viene dado en que en ocasiones la posición puede estar indicando que la mano es muy fuerte y está nervioso porque seguramente gane. Hay que tener en cuenta las dos opciones.
Los movimientos oculares también pueden demostrar que una persona está mintiendo y en consecuencia va de farol. Se ha demostrado que las pupilas pueden dar más información de nuestra jugada de lo que pensamos. Por ese motivo, muchos jugadores optan por las gafas de sol que impiden que los rivales puedan ver sus ojos. Eso hace que la jugada sea más seria y se evita dar información extra.
Siempre hay que fijarse en el estilo de juego. Si una persona suele ir siempre a lo justo y de golpe ofrece síntomas de grandiosidad, seguramente tenga una buena jugada o se esté marcando un farol. El estudio de la personalidad es importante a la hora de comprender al rival.
Hay jugadores que optan en ocasiones por ir de farol en varias ocasiones seguidas. Hay que tener en cuenta que cada jugador es un mundo. Analizar bien sus jugadas harán que el resultado sea o no un éxito.