Hablar de deporte nos lleva de manera automática a pensar en las distintas actividades que podemos practicar para alcanzar una buena forma física. Correr, nadar, montar en bicicleta… con ellas, entrenamos piernas, brazos, core aumentando nuestra fuerza, velocidad o resistencia ante el ejercicio, pero ¿sabes que también el cerebro puede ejercitarse?… Los deportes mentales ponen a trabajar las distintas habilidades que posee el órgano fundamental del cuerpo humano, su ‘ordenador’ central y practicarlos ayuda a mantenerlo en plena forma, contribuyendo al buen estado de las funciones cognitivas. Descubre qué son y cuáles son los deportes mentales y elige el tuyo, porque tu cerebro lo agradecerá.
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¿Qué son los deportes mentales?
Muchos de los tradicionales juegos de mesa son eficaces deportes que activan el cerebro, ya que, practicarlos implica poner en marcha un complejo proceso mental basado en el análisis de una situación, un reto, ante el que el cerebro ha de dar una respuesta.
Igual que la actividad física exige un esfuerzo a nuestros músculos y articulaciones, el deporte mental ejercita nuestro sistema nervioso y las conexiones neuronales trabajando un sinfín de habilidades, desde la lógica, la concentración y el pensamiento matemático, hasta la memoria, el entendimiento, el lenguaje o la capacidad para planificar una estrategia. El deporte mental estimula la actividad cerebral, de ahí que resulte tan beneficiosos para mantener el órgano que controla cada uno de nuestros pensamientos y movimientos en condiciones óptimas.
¿Cuáles son los deportes mentales?
Son muchas las actividades que implican ejercitar el cerebro. Algunas se consideran juegos y otras, deportes mentales, aunque en muchos casos no hay consenso en denominarlas una u otra cosa. Aun así, entre las que suelen considerarse deportes mentales destacan:
Ajedrez y damas
El ajedrez es sin duda el rey de los deportes mentales, de hecho, está recocido como deporte por el Comité Olímpico Internacional, aunque no es (de momento) disciplina olímpica y tiene su propio campeonato mundial.
Es un juego muy competitivo en el que dos oponentes se enfrentan en un tablero de 64 casillas. Cada uno tendrá que mover sus piezas, blancas o negras, un verdadero ejército compuesto por peones, alfiles, torres o caballos, con un objetivo claro ‘derrocar’ al rey con una jugada concreta: jaque mate. Estrategia de ataque o defensa, visión espacial, capacidad de anticipación, discernimiento y rápida toma de decisiones, intuición… eso y más implica cada movimiento sobre el tablero para derrotar al adversario mientras el cerebro trabaja a toda velocidad.
“Los deportes mentales entrenan habilidades como la memoria, la lógica o la capacidad para planificar estrategias ante una situación determinada”
En el mismo tablero de ajedrez también se puede entrenar el cerebro jugando a las damas. En este caso, cada contrincante tiene 12 fichas, blancas o negras, y el objetivo es avanzar, siempre hacia adelante y en diagonal para ‘comerse’ las fichas del adversario. Nuevamente es la capacidad para diseñar cada movimiento, anticipándose a lo que pueda hacer el contrario, el ejercicio que entrena el cerebro exigiéndole máxima concentración y agilidad mental.
Póker
El póker es uno de los juegos de cartas más practicados en el mundo y está reconocido como deporte por la Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA). Pese a tener cierta mala fama, porque en él intervienen las apuestas, el póker tiene poco que ver con un juego de azar porque en él la concentración, la estrategia, el autocontrol, el análisis de cada situación sobre el tapete, o la facilidad de emplear el pensamiento matemático en beneficio propio son herramientas cerebrales que intervienen en cada jugada y determinan quién gana la partida.
Jugar al póker requiere conocer muy bien sus reglas y la dinámica del juego, lo que implica un primer ejercicio mental que requiere dominar la nomenclatura tanto de las cuatro rondas de apuestas (desde preflop hasta turn) como de las manos (pareja, escalera de color, póker…). Tras una apuesta inicial, cada jugador tendrá como objetivo crear la combinación de cartas de más alto valor, que será la que le dé la victoria. Para lograrlo, tendrá que poner su cerebro a trabajar intentando que las dos cartas iniciales de las que parte (tapadas) consigan crear la mano más alta con las otras cinco que están descubiertas. Podrá apostar por cada jugada que tenga y los demás tendrán que sumarse a la apuesta o retirarse. Engañar al contrario jugando de farol es también una opción posible con el entrenamiento adecuado.
“Más que un juego de azar, el póker se considera deporte mental, ya que, ganar una partida depende más de la concentración y agilidad mental que de la suerte”, nos dicen los respondables de EasyPPPoker.
Igual que hay futbolistas, atletas o ciclistas profesionales, también hay jugadores de póker que entrenan duro para alcanzar ese nivel. El póker se considera un deporte mental porque, en una partida, la suerte interviene poco. En realidad, se trata de una dura competición en la que el cerebro ha de esforzarse en analizar rápidamente el valor de los naipes que se tienen en las manos, valorando opciones y posibles riesgos. Observar al rival con paciencia y analizando cada detalle, para intentar averiguar su posición actual y su siguiente movimiento, sin descubrir nunca la jugada propia son también elementos claves que debe dominar un deportista del póker.
Bridge
Reconocido, también como deporte mental, el bridge es un apasionante juego de naipes en el que el cerebro se emplea a fondo ejercitando, fundamentalmente, el pensamiento lógico, la concentración, el cálculo de probabilidades y la memoria. Se juega en pareja (cuatro personas) por lo que también desarrolla las habilidades sociales y el ‘trabajo’ en equipo. Dominar sus reglas y su particular vocabulario requiere tiempo, pero una vez que se conocen es un divertido deporte que puede practicarse a cualquier edad. Se estima que el entrenamiento mental que implican sus dos fases básicas: la subasta y el carteo, suponen un excelente ejercicio que puede ayudar incluso a frenar el deterioro cognitivo.
Otros juegos y deportes mentales
Hay otros muchos juegos y deportes perfectos para hacer gimnasia mental. El scrabble, uno de los juegos de mesa más populares que consiste en formar palabras partiendo de unas pocas letras descubiertas, es excelente para la memoria y la capacidad de enriquecer el vocabulario; el famoso mastermind, que presenta el reto de adivinar una combinación de colores que no has visto aplicando la más pura lógica; los puzles y crucigramas, el sudoku y su exigente entrenamiento mental, o las tradicionales adivinanzas son solo un ejemplo de cómo juegos y deportes son capaces de hacernos descubrir habilidades del cerebro que, al igual que músculos y articulaciones, necesitan entrenarse para mantener la mente en forma.