Los purificadores de aire son aparatos que se utilizan para mejorar la calidad del aire. Estos se encargan de depurar el aire contaminado con partículas en suspensión perjudiciales para la salud, así como el humo del tabaco, el polvo y otras sustancias más. Se trata de un potente aparato que ayuda a eliminar todas las sustancias perjudiciales, por lo que resulta muy recomendado para las personas que padecen problemas respiratorios o para quienes sufren de alergias.
A continuación, analizamos cómo funcionan los purificadores de aire, qué tipos de purificadores podemos encontrar y cuál es el sistema de filtrado de cada uno de ellos. Te lo explicamos en este artículo.
Tabla de contenidos
¿Qué son los purificadores de aire y cómo funcionan?
Un purificador de aire es un aparato electrónico con forma tubular utilizado para purificar el aire de un entorno cerrado con el fin de evitar alergias, prevenir enfermedades respiratorias y evitar la aparición de daños mayores en el organismo a causa de las sustancias contaminantes en suspensión. El uso de purificadores de aire resulta muy beneficioso en lugares cerrados donde la ventilación no es suficiente y la calidad del aire es baja, así como en viviendas donde residen personas que padecen trastornos respiratorios o alergias. Los purificadores de aire eliminan sustancias dañinas como el polen, los ácaros de polvo, el moho, la caspa y el pelo de las mascotas… —causantes principales de las alergias—. Además de acabar con los malos olores, como el humo del tabaco o los agentes químicos de productos de limpieza.
El funcionamiento de los purificadores de aire es muy sencillo. Estos absorben los elementos contaminantes o tóxicos que hay en el ambiente y los retienen en los filtros —que pueden estar compuestos por varios tipos distintos, dependiendo de la gama de los productos—. Al encender los dispositivos se activa el ventilador que crea una entrada de aire que pasa por los filtros y sale completamente limpio. El proceso se divide en 4 fases:
- Fase 1: El aire contaminado para por el filtro electroestático. Este atrapa las sustancias dañinas que hay en el aire mediante una función ionizante. Es un prefiltro que detiene las sustancias de mayor tamaño, como el polvo o el pelo de los animales.
- Fase 2: Lo siguiente que ocurre dentro del purificador tiene que ver con la función del filtro G4. Estas mallas finas atrapan el polvillo, los ácaros e, incluso, el humo con el fin de mejorar el rendimiento de los filtros restantes.
- Fase 3: A continuación, el aire semipurificado se encuentra con el filtro de carbón activo. Este material poroso permite atrapar las partículas microscópicas mediante un proceso químico en el cual convierte el gas en sólido. Con ello, se evita también disipar los malos olores.
- Fase 4: Es la última de las fases. En ella, lo que ocurre es que el filtro HEPA —o filtro High Efficiency Particulate Air— atrapa las bacterias y los gérmenes, al igual que los virus. También sirve para reducir el moho que pueda existir en el ambiente. Este filtro está hecho con una malla muy delgada compuesta por hilos de fibra de vidrio colocados de manera especial para atrapar las más diminutas sustancias dañinas en el ambiente.
Tipos de purificadores
Los purificadores pueden ser de varios tipos, dependiendo de la gama del producto, así como de la capacidad de filtrado y de su funcionamiento. A continuación, vamos a explicar cuáles son de manera breve.
Dependiendo de la capacidad de filtración
Dependiendo de la capacidad de filtración de los purificadores, podemos distinguir dos tipos. Estos son:
- Purificadores industriales: Los purificadores industriales se utilizan en grandes fábricas, así como en zonas industriales y en lugares de construcción. Estos son capaces de filtrar hasta 1000 m3 de aire por hora.
- Purificadores domésticos: Se trata de los purificadores utilizados en las viviendas. Estos son capaces de filtrar hasta 300 m3 de aire por hora —dependiendo de la gama y calidad de los filtros—.
Dependiendo de su funcionamiento
Los purificadores de aire pueden variar entre sí dependiendo de su funcionamiento. Es decir, de la manera en la cual purifican el aire. Nos encontramos los siguientes tipos:
- Purificadores con filtros: Son los purificadores más comunes. La mayoría de estos funcionan con 4 tipos de filtros distintos, además, estos todos ellos deben contar con una garantía específica o un aval de alguna entidad médica que certifique su correcto funcionamiento.
- Purificadores ionizadores: Estos purificadores del aire funcionan sin filtros, permitiendo eliminar los agentes contaminantes de un espacio cerrado a través de diferentes procesos químicos.
- Purificadores mixtos: Son los purificadores más modernos, estos combinan la tecnología del filtrado y de la ionización para eliminar partículas de gran tamaño, así como microscópicas, como los virus y las bacterias.